Bebidas azucaradas se vincularon a más discapacidad en esclerosis múltiple
Investigación preliminar indica una posible relación entre consumo de bebidas endulzadas con azúcar y más discapacidad en pacientes con esclerosis múltiple.
En un estudio transversal, pacientes con esclerosis múltiple que refirieron ingerir dos latas de bebidas azucaradas por día tuvieron muchas más probabilidades de presentar discapacidad grave frente a quienes raras veces consumían estas bebidas.
«Pacientes con esclerosis múltiple a menudo desean saber cómo la dieta y alimentos específicos pueden afectar la progresión de su enfermedad», manifestó la autora del estudio, Dra. Elisa Meier-Gerdingh, del St. Josef Hospital en Bochum, Alemania, quien es miembro de la American Academy of Neurology.
«Aunque no encontramos un vínculo con la dieta en general, es interesante que descubrimos una relación con el consumo de refrescos, jugos de sabores, y té y café endulzados», indicó.
El estudio se presentó en el Congreso Anual de la American Academy of Neurology (AAN) de 2019.
El equipo de investigadores analizó datos transversales de 135 pacientes con esclerosis múltiple (mujeres: 73%; media de edad: 44 años) que fueron objeto de evaluaciones de dietas y un examen neurológico.
Para cada participante, los investigadores calcularon una puntuación de dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), que fluctuó de 8 (calidad más deficiente) a 40 (calidad más alta). Evaluaron la asociación entre puntuaciones en DASH generales y puntuaciones de componentes de DASH y estado de discapacidad (EDSS). Treinta de los participantes tenían discapacidad grave (EDSS ≥ 6).
En general, las puntuaciones de dieta DASH no se asociaron a un estado de discapacidad. Sin embargo, con respecto a componentes individuales de puntuación de DASH, aquellos del cuartil más alto de ingesta de bebidas azucaradas (ingesta promedio de 290 calorías de bebidas azucaradas por día) tuvieron cinco veces más probabilidades de presentar discapacidad grave, en comparación con los que raras veces ingerían bebidas azucaradas (odds ratio [OR]: 5,01; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 1,03 – 24,37; p = 0,01 para la tendencia). Otros componentes de la dieta DASH no se asociaron al estado de discapacidad.
«Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se describe un vínculo entre bebidas azucaradas y progresión de esclerosis múltiple», comentó la Dra. Meier-Gerdingh a Medscape Noticias Médicas.
Advirtió que el número de participantes era ‘bastante pequeño’, y utilizaron un diseño transversal, de manera que es difícil concluir vínculos causales. Todavía no es posible distinguir si el alto consumo de bebidas azucaradas conduce a peores desenlaces en la esclerosis múltiple, o si una enfermedad más grave impide a los pacientes seguir una dieta sana.
«Un buen estudio de seguimiento incluiría un gran número de participantes y un diseño de estudio longitudinal, en condiciones ideales con múltiples lapsos de seguimiento. De esta manera podríamos generar datos más fiables y verificar si las bebidas azucaradas son una causa de progresión en la esclerosis múltiple», señaló.
Al emitir su comentario, el Dr. Asaff Harel, neurólogo de Lenox Hill Hospital en Nueva York, Estados Unidos, señaló que la dieta se ha implicado en la esclerosis múltiple por muchas décadas, pero se han realizado pocos estudios científicos para señalar en forma concluyente una posible conexión.
«Este estudio no demostró una relación entre la gravedad de la esclerosis múltiple y la calidad de la dieta en general, pero la ingesta de bebidas azucaradas se asoció a peor discapacidad. Aunque una relación es interesante a simple vista, se necesitan estudios prospectivos más extensos para demostrar alguna causalidad. A pesar de que las bebidas azucaradas no tienen beneficio nutricional para nadie, las personas con esclerosis múltiple podrían tener un motivo adicional para limitar su ingesta», concluyó el Dr. Harel.
El estudio no recibió financiación. Los Dres. Meier-Gerdingh y Harel han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Fuente: Medscape